Carlos Ameijeiras: Corcubión en el Río de la Plata
Hoy cuando regresa a los lugares natales sus familiares se asombran de su memoria, pues en esos infantiles 11 años quedaron grabados olores, sabores, comidas, paisajes y Carlos les suele indicar dónde estaba algún leiro o guardaban algún instrumento de labranza. “Me marcó ver ese lugar distinto, rural, me penetró el paisaje”